Casos clínicos como herramienta de aprendizaje
23 de mayo de 2022
Por Elsevier Connect
El caso clínico es una potente herramienta de formación para estudiantes de Ciencias de la Salud. A pesar de ser un tipo de fuente de información de escasa relevancia en cuanto a evidencia médica, debido a su enfoque particular, ofrece importantísimas oportunidades para su empleo en el ámbito académico.
La posibilidad de vincular conceptos clave de una patología a un escenario clínico individual estimula los niveles de asociación y atención, ya que se establece un mapa mental crítico en el que intervienen y se desarrollan:
El pensamiento crítico y la creatividad.
El desarrollo de habilidades de comunicación, exposición y escritura científica.
Las emociones (empatía con los pacientes y su contexto psicosocial).
La asociación y la discriminación de conceptos (diagnósticos diferenciales).
La toma de decisiones (trabajo activo y resolución de problemas).
El aprendizaje clínico activo (experiencia clínica y desarrollo de habilidades).
La estimulación por recompensa (gamificación).
La memorización de conceptos (práctica espaciada y especializada).
La evaluación y autoevaluación (evaluación formativa).
Los casos clínicos pueden tener diferentes enfoques, ya sea repasar conceptos relacionados con el diagnóstico clínico de una patología; plantear un plan terapéutico adecuado; seleccionar aquellas pruebas diagnósticas necesarias; establecer diagnósticos diferenciales o, simplemente, aprender a manejar a pacientes con una misma patología, que puedan requerir una variedad de abordajes diferentes según el nivel de gravedad, comorbilidades o estado psicosocial.
El objetivo del caso clínico es aprender a potenciar nuestra capacidad de análisis y actuar según nos indica la experiencia clínica diaria, que en definitiva se basa en la aplicación de estrictos y actualizados protocolos profesionales. Además, la documentación y escritura de los mismos hace que los estudiantes dediquen tiempo a practicar la escritura de historias clínicas, fuente de información clínica de gran valor para el profesional médico.
Para conseguir el máximo rendimiento y beneficio en el uso de casos clínicos como material de aprendizaje activo es imprescindible que se cumpla una detallada recopilación y exposición de información, fácilmente implementable a partir de ClinicalKey Student, Osmosis y Complete Anatomy, de Elsevier. Una estructura correctamente adaptada al contexto académico teórico-práctico y desarrollada por los propios estudiantes para crear su propio banco de casos clínicos debe incluir:
Título del caso clínico y autores participantes.
Justificación y valoración: nos aporta el concepto clave del caso y su idoneidad para estudiarlo.
Resumen y palabras clave: imprescindible para conocer el enfoque del caso clínico y realizar búsquedas rápidas.
Introducción: en ella se plantea información básica respecto a la patología sobre la que se desarrolla el caso (Anatomía, Biología Molecular, Fisiología, Farmacología…).
Exposición del caso clínico: presentación del escenario clínico de trabajo. Es importante incluir el motivo de consulta, una anamnesis detallada, imágenes o datos analíticos iniciales.
Pruebas complementarias: analíticas de laboratorio, radiodiagnóstico, pruebas invasivas...
Diagnóstico: el resultado del análisis de todos los datos recopilados en los apartados anteriores.
Plan terapéutico: según el diagnóstico y las condiciones de los pacientes.
Evolución del caso: es interesante incluir una descripción de la evolución del paciente y la cronología de pasos.
Discusión y conclusiones: debe incluir aquella información relevante de la patología estudiada ya que será el apartado en el que se realiza un análisis y se plantea la justificación de toma de decisiones. Es imprescindible la inclusión de referencias bibliográficas.
Referencias bibliográficas: textos recomendados para estudiar generalidades o detalles no incluidos en el caso.
Origen del caso clínico: para diferenciar si es un caso ficticio o real. En este último caso es importante detallar si existe autorización por parte del paciente para realizar el caso clínico con fines académicos.
El caso clínico es un extracto esencial de la experiencia clínica llevada al aula. Permite desarrollar ámbitos de trabajo colaborativo en escenarios de aula invertida, plantear debates (incluso en forma de revisión por pares) y desarrollar un aprendizaje activo grupal o individual. Y, lo que es más importante, permite a los estudiantes transportarse junto a las camas de sus pacientes.
Autor: Juan Manuel Quiñonero Rubio