Diagnóstico y tratamiento de la tos: Identificación de causas graves y manejo clínico
13 de enero de 2025
La tos es una de las principales causas de consulta médica ambulatoria, siendo generalmente autolimitada. Sin embargo, puede estar relacionada con enfermedades graves como cáncer, fibrosis y tuberculosis pulmonar. Hoy, en Elsevier Connect, tomamos como referencia un artículo publicado en la Revista Médica Clínica Las Condes se abre en una nueva pestaña/ventana, que revisa las guías actuales para su diagnóstico y tratamiento, discutiendo cómo identificar posibles etiologías graves y cuándo solicitar pruebas adicionales. Además, el texto presenta dos casos clínicos para ilustrar los conceptos expuestos.
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Impacto y complicaciones de la tos en la calidad de vida
Cuando la tos es intensa o prolongada, puede afectar significativamente la calidad de vida, interfiriendo con el sueño, provocando dolor muscular, cefalea, y afectando la vida social, laboral y estudiantil. También puede ocasionar complicaciones como síncope, fracturas costales, incontinencia urinaria y vómitos, lo que aumenta el riesgo de angustia y depresión en los pacientes.
Enfoque diagnóstico y manejo de la tos
El diagnóstico de la tos debe comenzar validando la incomodidad del paciente y buscando la causa subyacente. El American College of Chest Physicians (ACCP) publicó en 2006 una guía para clasificar la tos según su duración, aunque esta clasificación debe ser considerada con precaución debido a su riesgo de sesgo. Es fundamental identificar posibles causas graves mediante criterios de gravedad como hemoptisis, tabaquismo, fiebre y pérdida de peso, y en áreas endémicas, considerar la tuberculosis. El tratamiento debe ser adaptado según la intensidad de la tos, y en casos de tos aguda, el manejo puede incluir el uso de codeína, antibióticos en infecciones respiratorias, y el tratamiento específico de enfermedades como el asma o la EPOC.
Tos aguda
La tos aguda, definida como aquella con una duración menor a tres semanas, es frecuentemente causada por infecciones respiratorias virales, exacerbaciones de asma, EPOC y neumonías. En casos graves, como tuberculosis pulmonar o en pacientes inmunocomprometidos, se debe iniciar rápidamente el diagnóstico y tratamiento. A pesar de no cumplir con criterios de gravedad, la tos intensa que interfiere con el sueño o causa complicaciones como dolor o vómitos debe ser tratada, preferiblemente con codeína. Si la tos persiste por más de 7 días con expectoración purulenta, se recomienda el uso de antibióticos. Además, en pacientes con antecedentes de sinusitis recurrente, es crucial mantener la permeabilidad nasal, y si la tos se debe a una exacerbación de asma o EPOC, debe tratarse de acuerdo con esas patologías.
Tos crónica
La tos crónica, definida como aquella que dura más de 8 semanas, se asocia a diversas condiciones tratables, como bronquitis eosinofílica, apnea obstructiva del sueño, obesidad, y RGE, entre otras. La British Thoracic Society recomienda un enfoque personalizado en su diagnóstico, utilizando un algoritmo que incorpora nuevas alternativas diagnósticas basadas en probabilidades clínicas. Se sugiere realizar estudios como radiografía de tórax, espirometría y hemograma para identificar eosinofilia y otras condiciones. En caso de bronquitis eosinofílica, los pacientes suelen responder a corticoides inhalados.
La tos crónica también puede tener múltiples etiologías (19-62% de los casos), por lo que puede ser necesario un tratamiento simultáneo. En cuanto al RGE, no se recomienda el tratamiento con inhibidores de bomba de protones (IBP) a pacientes sin síntomas típicos de RGE, ya que no se ha demostrado su eficacia en estos casos. El diagnóstico se basa en la anamnesis, el examen físico y la respuesta al tratamiento, en lugar de en exámenes alterados.
Conclusiones
La tos aguda suele ser autolimitada, pero cuando es intensa y afecta la calidad de vida del paciente, debe ser tratada de manera efectiva. Es crucial considerar causas graves cuando se asocia con criterios de gravedad como hemoptisis, tabaquismo intenso, fiebre, pérdida de peso, y otros signos preocupantes. Se recomienda una anamnesis completa, que incluya el hábito tabáquico y los medicamentos en uso, así como un examen físico detallado, que incluya la medición del PEF para identificar patologías obstructivas. Además, es importante tener en cuenta que la tos puede tener múltiples etiologías, lo que requerirá terapias simultáneas, y que la confirmación diagnóstica se logra cuando la tos mejora con el tratamiento adecuado.
Para obtener más información sobre la tos subaguda y dos casos clínicos ilustrativos, puedes acceder al artículo completo aquí. se abre en una nueva pestaña/ventana