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El dinamismo del conocimiento clínico

14 de octubre de 2021

Por Ian Chuang

El dinamismo del conocimiento clínico Ian Chuang

Ian Chuang

El Dr Ian Chuang, como Chief Medical Officer (CMO) global de Elsevier EMEALAAP Health., colabora con los líderes sanitarios a nivel internacional para mejorar la adopción de la tecnología de la información sanitaria (HCIT), [SB(M1] especialmente en lo que se refiere al apoyo a las decisiones clínicas, y a la mejora de las decisiones del sistema de salud y los procesos de atención para mejorar los resultados. En esta nota, sostiene que los profesionales sanitarios que operan en el mundo actual necesitan apoyo en múltiples situaciones y explica el rol clave que tiene en este sentido la tecnología.

El conocimiento clínico nunca es estático. A lo largo de la historia, nuestro conocimiento sobre el cuerpo humano y la ciencia ha evolucionado constantemente. Esto ha sido particularmente cierto en el último año con el aumento de la pandemia de COVID-19.

Se producen actualizaciones y cambios tanto en los principios fundamentales como en el cuerpo de conocimiento; estos vienen moldeados por la investigación a lo largo del tiempo, y también vemos cambios constantes en la aplicación práctica del conocimiento, por ejemplo, en cómo los médicos evalúan, diagnostican y atienden a los pacientes.

La velocidad con la que el conocimiento médico se ha expandido en la historia reciente realmente me sorprende. Mientras que en 1950 llevó alrededor de 50 años que el total de la investigación médica se duplicara, en 1980 se aceleró a un estimado de 7 años, y a 3.5 años en 2010, proyectándose que este tiempo sería de 73 días para 2020.

Este crecimiento no viene sin problemas. El hecho de que el conocimiento esté en constante evolución significa que la forma en que los médicos acceden a la información es compleja y multidimensional, y que la información que necesitan es variada. Sin embargo, hay puntos en común identificables a nivel mundial. Un estudio global realizado por Elsevier en 2018 reveló que muchos médicos comienzan su viaje de búsqueda procurando respuestas en PubMed (56%) y Google (48%), mientras que algunos recurren a fuentes como Wikipedia, que no están basadas en evidencia.

El acceso al conocimiento apropiado y relevante para respaldar el razonamiento clínico y la toma de decisiones requiere que la base de conocimientos de un médico sea eficiente, fácil de usar y relevante. Una base de conocimientos de alta calidad debe adherirse a los Cinco “Correctos” del Apoyo a la Decisión Clínica: proporcionando la información correcta para la persona adecuada/correcta en el formato correcto a través del canal correcto en el momento correcto del flujo de trabajo.

El fin del status quo del conocimiento

Cuando llegó el COVID-19 en 2020, se hizo evidente que los modelos tradicionales para el aprendizaje médico no se sostendrían en un entorno de salud pandémico sobrecargado y en rápido movimiento. La realidad en 2021 es que no es probable que el COVID-19 desaparezca en el corto plazo, y necesitamos nuevos enfoques en educación, aprendizaje y formación para que el sistema siga siendo viable y sostenible. El status quo ya no es una opción.

Para responder a esta nueva realidad, la educación médica y el desarrollo de habilidades deben adaptarse y ser más dinámicos. Seguimos teniendo la expectativa de que los médicos estén bien cualificados y capacitados, a pesar de la realidad de que este entorno fluido y en rápido movimiento no es el proceso de aprendizaje ideal. ¡Podríamos comparar esta situación a la que se enfrentan con la de un piloto que estuviese construyendo el avión mientras vuela!

Entonces, ¿cuál puede ser la solución?

Sin lugar a dudas, la educación médica y el desarrollo continuo deberán combinar el aprendizaje estructurado planificado con la adquisición de conocimientos reactivos y potencialmente just in time que conducen rápidamente a la aplicación de esos conocimientos en la atención del paciente en el mundo real. Se debe poder confiar en el conocimiento y en el proceso mediante el cual se da acceso al mismo; aplicarlo debe ser seguro y validado. Estos son los requisitos previos para el aprendizaje médico práctico en la era moderna.

¿Qué tipo de apoyo al conocimiento necesitan los profesionales sanitarios?

Para ayudar a los clínicos, se necesitan conocimientos de apoyo en los diversos escenarios. La forma en que los profesionales utilizan el conocimiento clínico y en que se requiere la información es dinámica y se basa en los siguientes factores de influencia:

  • El contexto clínico

  • Lugar de tratamiento / cuidados

  • La audiencia clínica

  • El paciente

  • El tiempo / momento de la información en el proceso de atención

  • Estos factores influyen en qué y cómo utilizarán la información clínica

La necesidad del médico de este conocimiento se puede clasificar en tres propósitos relacionados, y no mutuamente excluyentes:

  • Educar

  • Informar

  • Identificar

Estos tres propósitos resumen las diversas formas de acceso y utilización del conocimiento clínico que se necesitan, desde el aprendizaje y el estudio hasta la toma de decisiones en el punto de atención (POC) junto a la cama, y todos los escenarios intermedios.

Para que los médicos aprendan y comprendan el conocimiento, el modelo central para el aprendizaje es educar en el cuerpo de conocimiento central.

A veces, los clínicos necesitan la información para simplemente servir de referencia. El clínico no necesita ni tiene la capacidad de aprenderlo; solo necesita que le sea accesible.

Cuando se comprende bien el tema, pero el flujo de trabajo clínico es frenético, es posible que los clínicos no puedan recordar todos sus conocimientos previos sin un recordatorio, por lo que es necesario indicar e identificar que están disponibles para recordar.

Educar

Para aprender y comprender el conocimiento en general, los clínicos deben educarse continuamente con la ciencia y el pensamiento más recientes en su campo. La realidad es que el conocimiento a menudo crece a un ritmo increíblemente rápido, con paradigmas y pensamientos en constante evolución, por lo que es importante que los médicos se mantengan al tanto de las últimas ideas y se garanticen una educación continua. El conocimiento ha de ser comprendido a nivel de detalle, incluida la base científica, y confiar en el conocimiento básico y los métodos mediante los cuales se deriva.

Un ejemplo de esto es el requisito de participación en módulos de formación médica continuada (FMC) para mantener la colegiación médica. Es crucial que los médicos fortalezcan la experiencia general en su campo, y sigan aumentando y actualizando sus conocimientos de forma continua.

De manera similar, para los estudiantes de medicina el proceso educativo es fundamental para su formación y comienza con el aprendizaje de una gran cantidad de conocimientos fundamentales para construir sus cimientos. La comprensión se extiende desde esta base a lo largo de su carrera profesional. Este conocimiento es fundamental y les servirá como base referencial.

Informar

A veces, los médicos necesitan información práctica en el lugar de atención. En estos casos, un resumen de la información relevante en el momento adecuado puede informar su toma de decisiones clínicas. El médico no necesita necesariamente aprenderlo y, como se describe, no es posible que lo sepan todo; simplemente necesitan obtener esta información relevante rápidamente.

Por ejemplo, en la situación actual, los médicos a menudo están a plena capacidad y las cargas de trabajo son extremadamente altas, por lo que los métodos para obtener piezas de información específicas y prácticas para las consultas de los pacientes son una necesidad. Sin embargo, el conocimiento de las fuentes rara vez se encuentra en una forma simple y consumible que pueda proporcionar una información rápida, relevante y práctica cuando sea necesario. Esto puede convertirse en un problema si consideramos escenarios clínicos donde el acceso a conocimientos eficientes y relevantes puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Identificar

Los clínicos toman decisiones críticas. Si bien se espera que sus conocimientos sean suficientes para brindar una buena atención a sus pacientes, a veces se necesita más. Por ejemplo, al tomar decisiones más detalladas, como planes de tratamiento personalizados, necesitarán identificar información específica para confirmar y estimular sus conocimientos preexistentes.

Así como no podemos esperar que un clínico lo sepa todo, tampoco podemos esperar que sea capaz de recordar todo lo que sabe sin algún tipo de indicación. Aquí es donde entra en juego la necesidad de identificar conocimientos. Este es otro punto clave en la toma de decisiones en la atención sanitaria. Los clínicos necesitan conocimientos que estén empaquetados de manera eficiente con el nivel exacto de información que requiere para ayudarles y permitirles completar su decisión. En este contexto, el clínico no está tratando de aprender el conocimiento (ya lo ha estudiado o sabe lo suficiente sobre el contexto), pero necesita la indicación o una validación final de la decisión.

En última instancia, se trata de apoyar y mejorar su toma de decisiones clínicas. Este tipo de capacidad mejorada de apoyo de decisiones es otra necesidad de conocimiento crucial para tareas críticas donde los errores pueden ser catastróficos.

¿Cómo se pueden satisfacer estas necesidades de conocimiento clínico?

Como se ha descrito, el conocimiento está en constante evolución, al igual que las demandas de los profesionales, lo que hemos visto particularmente en aumento durante la pandemia de COVID-19. El nivel de detalle requerido de una base de conocimientos depende del caso de uso específico y puede variar.

Sin embargo, lo que está claro es que los profesionales sanitarios que operan en el mundo actual necesitan apoyo en múltiples situaciones. Necesitan apoyo para continuar su educación y conocimientos fundamentales, para estar informados y actualizados sobre los conocimientos que no tengan y necesitan apoyo a través de información que les ayude a identificar y promover sus conocimientos existentes.

Para ofrecer apoyo con el conocimiento en todas estas necesidades, la tecnología debe contribuir a ser la respuesta. Espero un futuro que pueda ser moldeado por bases de datos de conocimiento integradas que apoyen a los profesionales con el conocimiento relevante y las respuestas proporcionadas de manera clara y exacta cuando las necesitan, ya sea en su estudio o al pie de la cama de un paciente. Si el conocimiento está evolucionando a un ritmo nunca antes visto, debemos ser pioneros en soluciones para los clínicos que tampoco se hayan visto aún.

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