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Evaluación Inicial: cómo realizar la caracterización de los estudiantes

9 de mayo de 2024

Evaluación inicial

La evaluación inicial, también denominada evaluación diagnóstica, es el método a partir del cual podemos realizar una caracterización de los estudiantes. Tenemos la oportunidad de conocer su esencia y no limitarnos únicamente a evaluar los conocimientos que han adquirido. Es una herramienta habitual en las pruebas de idiomas, la determinación de la condición física y en los entornos escolares o de bachillerato, siendo menos frecuente en el ámbito académico universitario.

Estas pruebas responden a estándares cuantificables sobre conocimientos o destrezas concretas, pero ¿qué hay de aquellas capacidades que escapan de los baremos y que conforman factores determinantes para nuestro aprendizaje? Hoy día incluso se habla de inteligencias múltiples con el fin de definir la inteligencia como una capacidad a partir de la diversidad de capacidades intelectuales, emocionales y sociales.

…hemos sido demasiado dependientes del lenguaje y del pensamiento lógico, y no hemos prestado la atención suficiente al pensamiento intuitivo que desempeña un papel tan importante en nuestra comprensión del mundo” James Lovelock (1919-2022)

Las evaluaciones iniciales en Ciencias de la Salud, especialmente en los cursos clínicos, tienen un valor añadido de gran importancia. Los estudiantes deben saber por qué y cómo realizar una anamnesis correcta; deben poseer las habilidades necesarias de comunicación verbal y no verbal con el paciente; tienen que demostrar tener el criterio suficiente para discriminar la información que llega a sus manos; deben conocer los protocolos de exploración física y tienen que conocer las normas éticas y la normativa legal que deben cumplir en entornos sanitarios y de contacto con los pacientes.

Es difícil, pero importante, dejar la subjetividad a un lado, y tratar de definir la puesta en marcha de un plan docente a partir del análisis de tres aspectos básicos que establecen cómo los estudiantes hacen frente a su propio proceso de aprendizaje activo, y a la vida en general:

  • Conocimientos: aquellos que el alumno ha aprendido e interiorizado, más allá de la memorización, tras un proceso de reflexión (inconsciente la mayoría de veces) y que ha incorporado a su sabiduría, o a partir de los cuales ha desarrollado nuevas habilidades o capacidades.

  • Pensamiento: capacidad racional de integrar la información en un proceso cognitivo crítico, teniendo en cuenta aspectos que puedan interferir. El ambiente y la propia personalidad del estudiante son factores con un gran impacto.

  • Conducta: ejecución de aquellas decisiones que se toman durante el proceso de maduración de ideas y adquisición de nuevos conocimientos. Debe estar sincronizada y ser coherente con los pensamientos.

Cómo llevar a cabo la evaluación inicial

La evaluación diagnóstica es la fase inicial del Diseño Instruccional (ID, por sus siglas en inglés). Es una herramienta idónea para evaluar el nivel de conocimientos de los estudiantes, pero también para conocer su nivel de madurez, su capacidad en la toma de decisiones y el grado de implicación. La evaluación inicial es útil para poner en contexto, diseñar e implementar el plan docente y las estrategias de aprendizaje adecuadas de una asignatura.

Debe desarrollarse de forma coordinada entre los diferentes departamentos implicados en la docencia de un grado académico, ahorrando en esfuerzos y visualizando objetivos comunes como: identificar las debilidades y las fortalezas del grupo de estudiantes, definir los recursos necesarios y optimizar la gestión del tiempo. Se puede realizar al inicio del curso académico, al comenzar un nuevo bloque de temario o al inicio de las prácticas clínicas, pero también en temas o seminarios específicos. El objetivo es recopilar toda aquella información que pueda ser de utilidad para mejorar el proceso de aprendizaje, y que además pueda ser de utilidad para desarrollar una línea de investigación en Educación Médica.

La evaluación diagnóstica es la fase inicial del Diseño Instruccional (ID, por sus siglas en inglés). Es una herramienta idónea para evaluar el nivel de conocimientos de los estudiantes, pero también para conocer su nivel de madurez, su capacidad en la toma de decisiones y el grado de implicación. La evaluación inicial es útil para poner en contexto, diseñar e implementar el plan docente y las estrategias de aprendizaje adecuadas de una asignatura.

Pero la práctica nos indica que, incluso en los cursos más avanzados, existen muchas dudas, errores e inseguridad. Los factores involucrados pueden ser muchos, pero debemos depurar el método docente y de aprendizaje para asegurar los objetivos. Es necesario conocer a nuestros estudiantes y saber si ponen en práctica un pensamiento crítico, si su toma de decisiones es coherente o responde a miedos o estereotipos, si su creatividad e intuición están involucradas en la resolución de problemas, y cuáles son sus conocimientos transversales (de otras materias y áreas de conocimiento).

Factores fundamentales a tomar en cuenta

La trayectoria de los estudiantes es un factor de gran importancia y frecuentemente ignorado. La edad, las aficiones, los estudios previos, las responsabilidades familiares o la experiencia y ocupación laboral pueden definir, hasta sorprendernos, la motivación, la dedicación, los hábitos, la disciplina y las capacidades de los estudiantes. Es imprescindible una intervención precoz de caracterización de los alumnos. La Icahn School of Medicine del Hospital Mount Sinai (Nueva York) fue pionera, poniendo en marcha en 1987 el programa de Humanidades y Medicina (HuMed), un caso de éxito de adaptación académica.

Funciones de la evaluación inicial

Funciones de la evaluación inicial

El programa HuMed está destinado a estudiantes que completan sus estudios en Humanidades o Ciencias Sociales sin necesidad de realizar ningún curso de preparación científica-médica o examen MCAT (Medical College Admission Test). Durante los estudios de Medicina deben completar un periodo de rotación clínica extraordinario durante su tercer año. Tras concluir los estudios, y antes de elegir una especialidad, se les anima a tomar un año libre, que frecuentemente utilizan para formarse en investigación clínica, ayuda humanitaria o servicios a la comunidad.

"Estos estudiantes ayudan a diversificar nuestro cuerpo estudiantil, combinando su perspectiva con nuestros estudiantes de pre-medicina de gran éxito y orientación científica.  La combinación da lugar a una comunidad educativa vibrante y a una experiencia de formación más estimulante".

Dr. Dennis S. Charney, decano de la Icahn School of Medicine

Los resultados indican que los estudiantes HuMed no solo no se encontraban en desventaja respecto a sus compañeros con una preparación pre-médica tradicional, sino que conseguían desarrollar mejores habilidades de comunicación y de exploración física, especialmente en el contexto de la Atención Primaria, hecho este último de gran relevancia por la creciente demanda de estos profesionales.

Factores para tomar en cuenta

Factores para tomar en cuenta

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