Retrato de las emociones vistas por un psicópata
15 de enero de 2018
Por Raffaela Ricaurte
Desde 1987 la American Psychiartric Asocciation se abre en una nueva pestaña/ventana ha reemplazado el término psicópata por el trastorno antisocial de la personalidad, aunque varios autores optan por denominaciones diferentes en función a la agresividad, criminalidad, conducta antisocial y sociopatía. Al hablar de personas con psicopatía lo hacemos de individuos que procesan las emociones con áreas del cerebro que el común de la población -sin esta patología mental- utilizan para funciones más cognitivas, como la memoria o la planificación (datos tesis de la Universitat de Lleida) se abre en una nueva pestaña/ventana.
Este tipo de individuos (un 1% de la población general; entre el 8 y el 18% de la población penitenciaria europea) son una gran alarma social debido al alto índice de delitos cometidos. Se distinguen por su asociabilidad y por la ausencia de sentimiento de culpa.
Los primeros síntomas aparecen en la niñez, con bajo rendimiento educativo y difícil inserción laboral. La conducta antisocial y, sobre todo, la delictiva, comienzan a disminuir a partir de los 30 años, si bien, nunca suelen llegar a vivir de una forma totalmente normalizada.
Estas personalidades antisociales, psicópatas o sociópatas sufren vacío afectivo y hastío profundo. Son impulsivos, egocéntricos, narcisistas, dominantes y carentes de remordimientos. Buscan, compulsivamente, sensaciones intensas. No suelen mostrar signos de psicosis y nunca pierden el contacto con la conciencia de la realidad, aunque cometan los crímenes más atroces. Son fríos, calculadores y sistemáticos.
No obstante, todavía no se ha podido clarificar cuál es la causa de la psicopatía, ni tampoco la diferencia de la mente del psicópata con respecto a la de personas normales.
Criterios Según American Psychiatric Association para distinguir a una persona de un trastorno antisocial:
Según el DSM IV (American Psychiatric Association, 2012), la psicopatía es un síndrome de raíces biológicas que se manifiestan en patrones de conducta determinados y en rasgos que denotan asociabilidad, a diferencia del resto de los delincuentes que, al menos, poseen una subcultura delictiva con la que se pueden identificar. Siguiendo los criterios del DSM IV, para diagnosticar a un individuo de trastorno antisocial de la personalidad, se deben dar estas características:
(1) fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención
(2) deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer
(3) impulsividad o incapacidad para planificar el futuro
(4) irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones
(5) despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás
(6) irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas
(7) falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros
Su relación con las emociones
Hay evidencias de que las emociones están involucrados en la activación de uno de los sistemas cerebrales básicos:
El aversivo que se considera el negativo, controla el comportamiento de rechazo.
El apetitivo llamado positivo, controla el comportamiento de aproximación.
Existe una comunicación entre estos sistemas básicos de aproximación y huida con otras áreas cerebrales, incluyendo: el sistema de control de la atención, memoria y el pensamiento, en las emociones pueden estar influidas por el aprendizaje, las circunstancias y la información que se procese en ese momento.
La teoría de las emociones como el miedo, la aversión o la ira pueden considerarse como reacciones defensivas fruto de experiencias pasadas y las circunstancias de ese momento, este modelo no establece que el procesamiento cognitivo se produzca con anterioridad o posterioridad a las emociones, en realidad, el modelo permite ambas posibilidades.
El trastorno antisocial de la personalidad tal y como se describe en el DSM-IV está muy relacionada con el factor comportamental pero no con el emocional de la PCL.
La presión del trastorno antisocial de personalidad es mucho mayor (70-80%) que la de psicopatía (25-30%), tal y como se define en el PCL-R.
¿Cómo estudiar la emoción?
Explicación desde dentro del individuo
Estudios de la emoción que no emplean lenguaje
Explorar la capacidad de los sujetos de anticipar miedo o ansiedad cuando esperan recibir un estímulo doloroso.
Se considera que los psicópatas experimentan mucho menos miedo que los no psicópatas, son menos sensibles frente al miedo a un castigo.
Los psicópatas disminuyen la tasa cardiaca, es decir trataban al estímulo doloroso como si fuera algo simplemente interesante.
La respuesta al parpadeo: donde los psicópatas parpadean lo mismo frente a imágenes desagradables o agradables, lo que siguiere que el valor emocional que para ellos tiene ambas imágenes es muy parecido.
La evaluación de contenido emocional que confieren las imágenes: Se les pide que imaginen frases aprendidas previamente, unas neutras y otras con elevada carga emocional, así un sujeto imagina cada frase con carga emocional la tasa cardiaca aumenta
En los sujetos psicópatas no existe apenas diferencia en el asa cardíaca entre distintos estímulos porque lo que revela es una capacidad limitada para sentirse afectados por las emociones.
Estudios de la emoción que sí emplean el lenguaje
Potenciales Evocados: colocando electrodos en la parte superior de la cabeza de los sujetos, con la finalidad de medir la actividad cerebral que se desarrolla como consecuencia de los estímulos que se presentan.
Los estudios dicen que los sujetos no psicópatas reaccionan con mayor rapidez y acierto ante palabras emocionales, mientras que los psicópatas dan la misma respuesta ante los estímulos con palabras, sin diferenciar las palabras neutrales de la emocionales.
Psicópatas en el escáner: mediante un escáner se realiza el registro de la actividad del flujo sanguíneo que circula en las diferentes partes del cerebro.
Los cerebros de los psicópatas mostraron mayor actividad que los cerebros de los no psicópatas ante las palabras emotivas que ante las neutras.
Metáforas. Se explora la capacidad de comprender las metáforas. – Los psicópatas emplean metáforas, ya que, en su comportamiento engañoso y manipulativo, el lenguaje florido y figurativo juega un papel importante.
No hubo diferencias en la comprensión del sentido literal de las metáforas, pero cuando tenían que decidir la orientación emocional de las frases, los psicópatas cometían errores graves.
Lenguaje incongruente. Si un psicópata tiene dificultades para comprender el sentido real, emocional, de las palabras, es lógico que muestre incongruencias en las cosas que dice, pasando de un asunto a otro, y concluyendo cosas que no siguen de lo dicho con anterioridad.
Autora: Raffaela Ricaurte, coordinadora de Desarrollo Externo de AEMPPI Ecuador
Bibliografía:
-Raime, Adrian; Sanmartín, José. Violencia y psicopatía. Barcelona: Ariel, 2000. 304 p. 2ª ed. ISBN: 84-344-7470-0
-Leganés Gómez, Santiago; Ortolá Botella, María Ester. Criminología: parte especial. Valencia: tirant lo blanch, 1999. 44 p. ISBN: 84-8002-816-5
-Revista internacional PLOS ONE Investigación del grupo Fundamentos biológicos de los trastornos mentales del IRBLleida
-Los psicópatas procesan las emociones con áreas cognitivas del cerebro, según una tesis de la UdL Las personas con psicopatía procesan las emociones tesis de la Universitat de Lleida (UdL). : http://www.europapress.es/catalunya/noticia-psicopatas-procesan-emociones-areas-cognitivas-cerebro-tesis-udl-20170725111615.html se abre en una nueva pestaña/ventana
-Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 2012: https://psicovalero.files.wordpress.com/2014/06/manual-diagnc3b3stico-y-estadc3adstico-de-los-trastornos-mentales-dsm-iv.pdf se abre en una nueva pestaña/ventana