Tipos frecuentes de anemias y sus pruebas diagnósticas
24 de noviembre de 2022
Por Elsevier Connect
Durante más de 100 años, Henry. Diagnóstico clínico y técnicas de laboratorio se abre en una nueva pestaña/ventana ha sido reconocido como la principal fuente de información para estudiantes, residentes y otros profesionales en formación en las disciplinas de patología clínica y medicina de laboratorio, así como para médicos y técnicos de laboratorio. Los más destacados expertos en cada tipo de análisis explican con claridad los procedimientos y cómo se utilizan para formular diagnósticos clínicos, planificar la atención médica del paciente y establecer tratamientos a largo plazo. Hoy os compartimos contenido original de su última edición con unos interesantes visuales sobre la anemia.
Anemia
La anemia, un trastorno hematológico frecuente, se define fisiológicamente como una disminución de la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre. Toda la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre se debe a la unión del oxígeno a la hemoglobina contenida exclusivamente en los eritrocitos. Dado que la anemia puede causar hipoxia tisular, suele producir síntomas como desmayos, fatiga, palidez y dificultad para respirar.
Prácticamente, el mejor indicador de esta afección es un recuento bajo de eritrocitos o número de eritrocitos por volumen de sangre total. Aunque el intervalo de referencia para el recuento de eritrocitos varía con la edad, el sexo y la población, abarca valores de alrededor de 4-6 × 106 eritrocitos por milímetro cúbico (mm3) o microlitro. Esta franja puede variar un poco en función de la población. Los recuentos de eritrocitos por debajo del límite inferior del rango de referencia sugieren la presencia de anemia. Además, los eritrocitos ocupan un rango bien definido en cuanto al porcentaje del volumen que ocupan de la sangre total o hematocrito. Por lo general, los valores normales de hematocrito en adultos oscilan entre el 36 y el 45% (los valores normales en las mujeres suelen ser ligeramente inferiores a los de los hombres). Además, la concentración de hemoglobina en la sangre total es de unos 12 a 15 g/dl o aproximadamente de 33 a 36 g/dl en los eritrocitos, es decir, la concentración de hemoglobina corpuscular media. Los valores normales también dependen de la edad del paciente y de la altitud de residencia. Normalmente, el hematocrito es aproximadamente tres veces el valor de la concentración de hemoglobina, que, a su vez, es aproximadamente tres veces el valor del recuento de eritrocitos.
Si se ha diagnosticado anemia, es obligatorio determinar la causa de esta. Se requiere una excelente anamnesis y exploración física para la selección de pruebas adecuadas, el diagnóstico y la mejor atención y tratamiento posibles del paciente. Además, suele ser útil valorar la morfología de los eritrocitos y leucocitos en un frotis de sangre periférica. Para acotar aún más el diagnóstico diferencial y facilitar la selección de las pruebas adecuadas, se han desarrollado varios esquemas de clasificación de la anemia, sin que exista un único esquema ideal. Un enfoque particularmente útil utiliza los índices comunes de eritrocitos, como el volumen corpuscular medio (VCM), medido en femtolitros (fl), o 1 × 10–15 l, junto con la anchura de distribución de los eritrocitos (RDW) y el recuento de reticulocitos (porcentaje de reticulocitosis) o el índice de producción de reticulocitos (IPR). Otra ayuda para el diagnóstico es la cromía de los eritrocitos, es decir, la intensidad del color rojo de las células debido a la hemoglobina intracelular. La cromía se mide cuantitativamente por la concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM).
En conjunto, estos índices ayudan a formar una hipótesis de trabajo sobre la causa subyacente de la anemia. La determinación electrónica del VCM directamente a partir de los datos de distribución de los eritrocitos permite clasificarlos en función de su tamaño como macrocíticos (VCM generalmente > 100 fl), microcíticos (VCM generalmente < 80 fl) o normocíticos (VCM generalmente entre 80 y 100 fl). Los tamaños (volúmenes) de los eritrocitos varían dentro de un cierto rango en el que el número de células de volúmenes concretos forman una distribución en forma de campana o gaussiana (v. capítulo 10). La desviación estándar de los volúmenes celulares dividida por el volumen celular medio da lugar a lo que se denomina ancho de distribución de eritrocitos (RDW) medido en porcentaje.
En efecto, la RDW es un parámetro que ayuda a clasificar mejor una anemia porque refleja la variación del tamaño de los eritrocitos. La RDW suele variar entre 12 y 17 aproximadamente y depende de la edad, el sexo y el subgrupo étnico del paciente. Puede ser útil para diferenciar las causas de la microcitosis, ya que la anemia ferropénica de moderada a grave se asocia a un aumento de la RDW, mientras que la talasemia y la anemia asociada a trastornos crónicos (ATC) se asocian a una RDW normal.
La reticulocitosis en sangre periférica es una medida de la respuesta de la médula ósea ante la anemia. Una medida similar, el índice de proliferación de reticulocitos (IPR), corrige el recuento de reticulocitos con respecto a la proporción de reticulocitos presentes en un paciente sin anemia y la liberación prematura de reticulocitos en la circulación periférica. La respuesta de la médula ósea a la anemia puede ser adecuada (hiperproliferativa), con un IPR superior a 3 que generalmente indica hiperproliferación de eritrocitos en la médula. Sin embargo, la anemia puede deberse a una producción defectuosa de eritrocitos o a una insuficiencia de la médula (hipoproliferativa), lo que generalmente se indica con un IPR inferior a 2. Así pues, aunque estos índices de eritrocitos no son patognomónicos de la causa de un tipo concreto de anemia, la valoración conjunta del VCM, la RDW y el IPR a menudo reducirá significativamente el diagnóstico diferencial y facilitará la selección de pruebas adicionales.
Las infografías ilustran ejemplos comunes de anemia y su diagnóstico utilizando estos índices de eritrocitos, así como otras alteraciones analíticas útiles.
*Textos e imágenes originales tomadas de la obra Henry. Diagnóstico clínico y técnicas de laboratorio se abre en una nueva pestaña/ventana. Capítulo 9. 'Interpretación de los resultados de laboratorio'. Páginas 100-101 Copyright © Todos los derechos reservados. Consigue esta obra a través de nuestras librerías especializadas.