Plan de cuidados seguros del paciente
23 de octubre de 2019
En el cuidado del paciente se aplica el proceso de enfermería usando un abordaje de pensamiento crítico; una toma de decisiones clínicas para desarrollar e implementar un plan individualizado de cuidados seguros del paciente. A continuación compartimos el Modelo de pensamiento crítico para la valoración de la seguridad de la ANA (American Nurses Association) que recoge la última edición de Fundamentos de enfermería, 9ª ed. Potter, P.A. y Perry, A.G.
Pensamiento crítico
Un pensamiento crítico eficaz supone una síntesis de conocimiento, experiencia, actitudes de pensamiento crítico y estándares intelectuales y profesionales. Los juicios clínicos exigen que los profesionales de enfermería anticipen la información necesaria, analicen los datos y tomen decisiones referentes a la asistencia al paciente. El pensamiento crítico es un proceso continuo. Durante la valoración (ver esquema) se valoran todos los elementos del pensamiento crítico y la información de un paciente concreto para establecer los diagnósticos de enfermería apropiados. En el caso de la seguridad, el profesional de enfermería integra conocimientos de enfermería y otras disciplinas científicas, las experiencias previas en el cuidado de pacientes que estaban en riesgo o sufrieron lesiones, actitudes de pensamiento crítico, como responsabilidad y disciplina, y todos los estándares de práctica aplicables. Por ejemplo, los estándares de práctica enfermera de la American Nurses Association (ANA) abordan la responsabilidad del profesional de enfermería en mantener la seguridad del paciente. T JC (2016) también aporta estándares de seguridad. Hay que aplicar esta información junto con la experiencia propia cuando se realiza una valoración detallada de un paciente. Por ejemplo, al valorar el hogar de un paciente, se consideran localizaciones típicas de la casa en las cuales suele haber riesgos. Si el paciente tiene una alteración visual, aplicaremos nuestras experiencias previas en el cuidado de pacientes con trastornos de la vista para anticipar cómo valorar exhaustivamente sus necesidades. El pensamiento crítico dirige al enfermero a prever lo que necesita para la valoración y cómo establecer conclusiones sobre los datos existentes.
Valoración
En el proceso de valoración hay que valorar minuciosamente a todos los pacientes y analizar críticamente los hallazgos con el fin de garantizar que se toman decisiones clínicas centradas en el paciente, necesarias para unos cuidados seguros.
A través de los ojos del paciente
Ambiente del centro sanitario
Ambiente del hogar del paciente
Diagnóstico enfermero
Hay que recoger datos de la valoración de enfermería y analizar agrupaciones de características definitorias o factores de riesgo para identificar los diagnósticos de enfermería relevantes. Ejemplos de diagnósticos de enfermería en pacientes con riesgo para la seguridad son:
Riesgo de lesiones
Mantenimiento del hogar insuficiente.
Conocimiento deficiente.
Riesgo de intoxicación.
Riesgo de asfixia.
Riesgo de traumatismos.
Planificación
Los pacientes con riesgos reales o potenciales para su seguridad requieren un plan de cuidados de enfermería con intervenciones que prevengan y minimicen las amenazas a su seguridad. Las intervenciones se diseñan con el fin de ayudar al paciente a sentirse seguro para moverse e interaccionar libremente con el ambiente. El plan de cuidados total aborda todos los aspectos de las necesidades del paciente y utiliza recursos del equipo asistencial y de la comunidad cuando es necesario. Se realiza una síntesis crítica de la información procedente de múltiples fuentes. El pensamiento crítico garantiza que el plan de cuidados del paciente integra todo lo que hemos aprendido del paciente y los elementos de pensamiento crítico claves.
Implementación
El proyecto QSEN (2014) recoge las habilidades recomendadas para asegurar la competencia enfermera en la seguridad del paciente. Entre esas habilidades se encuentran las implicadas en la práctica de enfermería segura durante los cuidados directos:
Demostrar un uso efectivo de la tecnología y las prácticas estandarizadas que dan soporte a la seguridad y calidad.
Demostrar el uso efectivo de estrategias para reducir el riesgo de daños a uno mismo o a los demás.
Usar estrategias apropiadas para reducir la dependencia de la memoria (p. ej., forzar funciones, listas de verificación).
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